
Pan de muerto
“Llévate mi alma, quítame la vida, pero de mi pan de muerto, ni una mordida”
Después de este refrán mexicano que ejemplifica el cariño hacia este dulce y a pocos días de finalizar este mes de octubre tan poco otoñal, os traigo una receta para celebrar todo el fin de semana, desde el viernes 31 hasta el domingo 2 por lo menos. No, no se trata del sin fin de cupcakes coronados por sombreros de bruja en fondant que inundan blogs, redes sociales y tiendas. Os traigo algo más fácil y que llega más a toda la familia por su sencillez, os hablo del pan de muerto. Este pan se elabora en México, especialemente para el Día de los muertos (Difuntos en España). Las celebraciones del día de los muertos pueden durar hasta una semana dependiendo de la región.
La leyenda de este pan nos remonta a la época de los sacrificios humanos aztecas y la llegada de los conquistadores españoles a México. En los sacrificios, se tomaba a una mujer, se le arrancaba el corazón y éste se metía en un recipiente de barro lleno de semillas de amaranto tostadas. El encargado de realizar el sacrificio, mordía el corazón en honor a los dioses. Los españoles al ver esto quisieron eliminar esta costumbre, como en todo, por lo que decidieron elaborar un pan que simulase un corazón cubierto de azúcar y pintado de rojo para que pareciese sangre.
Otra leyenda cuenta que esta tradición nace de cuando se enterraba a la gente; junto con sus pertenencias se les colocaba este pan para que en el camino a la otra vida no pasaran hambre o tuvieran algo que comer.
Otro punto importante de este pan es su forma. Algunos dicen que representa un cráneo (la bola central) y los huesos. Otros, que representa los cuatros puntos cardinales del calendario azteca.
Lo único cierto a día de hoy, es que este pan ha perdurado en el tiempo en las tradiciones mexicanas y poco a poco está instaurandóse en las nuevas tradiciones españolas adquiridas. Así que, con el debido respeto, celebremos Difuntos, Halloween o el Día de los muertos recordando a los que ya no están pero con algo más de alegría y un poco menos de tristeza. Al fin y al cabo, todo es un ciclo y hay que vivirlo ya sea con alegría o tristeza, eso es decisión nuestra.
¿Qué leyenda crees que puede acercarse más a la realidad? ¿Conoces otro plato típico de este día? ¿Qué opinas sobre la celebración del Día de los muertos?
La receta que os presento, con algún cambio, la he sacado de la web de Maria Lunarillos, que a su vez, la obtuvieron de Mis Recetas favoritas.
Ingredientes (2 panes):
- 2 huevos
- 120 ml de leche
- 130 g de azúcar
- 5 g de sal
- 500 g de harina de fuerza
- 15 g de levadura fresca
- Ralladura de naranja
- 100 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
Decoración:
- 1 Huevo
- Azúcar
Elaboración:
- En la amasadora (también se puede amasar a mano pero requiere más trabajo), se vierten los huevos, la leche, azúcar, la sal y la ralladura de naranja. Echamos la harina encima de estos ingredientes tapándolos por completo y a continuación, sobre la harina, echamos la levadura fresca. Hacemos esto así porque la levadura no puede estar en contacto directo con la sal o el azúcar ya que estropeará la levadura impidiendo que la masa crezca.
- Mezclamos los ingredientes ya sea a mano o a máquina. Cuando estén integrados añadimos un tercio de la mantequilla (a ojo) y seguimos mezclando durante 2 minutos a media potencia.
- Pasados esos 2 minutos dejamos que la masa descanse unos 15 minutos.
- Pasados los 15 minutos, añadimos la segunda porción de la mantequilla y seguimos los mismos pasos: 2 minutos de amasado, 15 minutos de descanso.
- Añadimos la última porción de mantequilla, 2 minutos de amasado, 15 de descanso.
- Ahora haremos varias tandas de 2 minutos de amasado, 20 de descanso hasta que la masa esté fina y elástica. Yo hice unas 2 tandas.
- Una vez la masa esté lista, hacemos una bola y la colocamos en un bol previamente untado en aceite (para que nos se nos pegue la masa), lo tapamos con un paño o film transparente y lo dejamos en la nevera toda la noche.
- Al día siguiente, sacamos el bol de la nevera para que la masa temple y suba.
- Precalentamos el horno a 200ºC.
- Dividimos la masa en dos partes, así obtenemos dos panes. Una parte la dejamos en el bol para trabajar después. Ejemplo: masa total 600 g ==> 300 g de masa + 300 g de masa
- De esa masa cogemos 2/3 que será la base de nuestro pan, y separamos 1/3 restante para los adornos. Ejemplo: 300 g de masa ==> 2/3 de 300 = 200 g masa base y 100 g masa adornos.
- Amasamos un poquito con las manos y boleamos la masa de la base de nuestro pan y la dejamos sobre papel de horno.
- De la masa de los adornos, la dividimos en 4 partes iguales. Ejemplo: 100 g de masa adornos ==> 4 bolitas de 25 g cada una.
- De esas 4 bolitas, una la cogemos, la amasamos, boleamos y la ponemos sobre el papel de horno junto a la otra.
- Cogemos las otras 3 bolitas y con cada una hacemos lo siguiente: con las manos hacemos un churro o cilindro. Con el dedo o el canto de la mano hacemos unos pequeños pero definidos hundientos en la masa (sin romperla) con el siguiente patrón: dividir el churro en 4 partes (hundimiento en el medio del churro, y de cada mitad que resulta hacer otro hundimiento en su mitad).
- Vamos colocando los churros sobre la base del pan formando un asterisco.
- Colocamos la bolita, que habíamos separado, en el centro del asterisco.
- Batimos un huevo y con ayuda de un pincel pintamos el pan.
- Espolvoreamos azúcar al gusto (eché poco).
- Metemos al horno a altura media a 200 º C durante 20 minutos.
- A los 20 minutos, bajamos la temperatura a 180 ºC y lo dejamos otros 10 minutos. (Tuve que cubrirlo con papel de aluminio para que no se tostara tanto).
- Tras 30 minutos en el horno lo sacamos y lo dejamos templar un poco para comenzar a zampar.
En la foto se ve que la bola central o cráneo (según la leyenda) se tomó la justicia por su mano y decidió desplazarse un poquito a otro lado, qué le vamos a hacer, la levadura es así.
¿Vas a celebrar Halloween/Día de los muertos? ¿De qué manera?
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