¡Hola!

Como ya os dije en la anterior entrada, este fin de semana se ha celebrado el Sweet Llambión en Avilés. Y como prometí, allí estuve para echar un ojo al evento y dar mi opinión.

De los tres días, solo fui uno, el sábado por la tarde y estuve unos 30 minutos contados. Realmente, en menos tiempo lo ves todo, salvo que asistas a un taller o una exhibición.

Si tuviera que definir con una palabra lo que sentí al salir del evento sería: decepción.

Me explico: tú entras en la cúpula central y en una sala circular tienes por un lado unos cuantos mini puestos de las pastelerías y al otro lado unas cuantas filas de butacas orientadas a un escenario donde se realizan las exhibiciones. Mi decepción viene sobretodo de los puestos de las pastelerias, que no deja de ser lo mismo que te encuentras repartido por toda la ciudad pero todos los comercios juntos. ¿Novedades? Pocas o ninguna, al menos hablando de las pastelerías de Avilés, que de las de Piedras no tengo idea.

Los talleres se impartieron en la torre alta. Respecto a las exhibiciones creo que podrían haberlas hecho más cercanas, ya que como dije antes, se trataba de unas cuantas filas de sillas enfocadas a una tarima bastante alta.

En sí, la idea del evento es buena: dar a conocer las diferentes confiterías y pastelerías de la comarca de Avilés y sus especialidades. Además, impartir talleres, exhibiciones… A la gente le llamó la atención el evento porque la sala estaba llenísima y parece que las pastelerías hicieron el agosto.

Pienso que las pastelerías no tenían que haber puesto el stand y “tirar” los productos en él, si no que, hacer alguna mini demostración. También, podría haberse dado algún concurso de amateurs, no sé, hacer algo más que tirar las tiendas y hacer lo mismo de siempre.

¿Lo recomendaría? Si, porque no, aunque haya que mejorarlo está entretenido y siempre es una buena excusa para visitar Avilés.

Para finalizar, os pongo unas fotos de lo que nos zampamos de merienda.