En una sartén echamos un chorro de aceite de oliva y, a fuego medio, agregamos el ajo y la cebolla troceados. Lo dejamos hasta que quede la cebolla blandita.
En un cazo cocemos los guisantes según las instrucciones del paquete. Cuando estén cocidos, los escurrimos y guardamos unos 100-200 ml de agua aparte para usar más tarde si fuera necesario.
En una trituradora añadimos los guisantes, la cebolla con el ajo, la nata y la mitad del agua reservada. Trituramos bien. Si nos gusta más líquido podeos añadirle más agua hasta obtener la textura deseada.
Puedes añadirle unos guisantes o unos taquitos de chorizo pasados por la sartén para darle un sabor extra.